El mes pasado hicimos un pequeño viaje por Cantabria. Visitamos dos zoológicos: el de Cabárceno y el de la mentirosa villa Santillana del Mar, que ni es santa, ni es llana, ni etc
Cuando acabamos cada viaje siempre nos preguntamos qué nos ha gustado más de lo que fuimos viendo. Esta vez me sorprendió que ninguno de los tres, pese a las evidentes diferencias entre ambos, pudo elegir un preferido. Se complementan muy bien, pues lo que a uno le falta te lo ofrece el otro.
Hoy subo el de Cabárceno
Es inmenso, necesitas mínimo un día para verlo, eso si no te detienes mucho.
Los hábitats son espectaculares, el propio paisaje merece una visita, aunque no hubiese animales. El lugar es una antigua explotación minera.
Las instalaciones están muy cuidadas, la recreación de hábitats está muy lograda, lo cual para los animales será fantástico, pero la contrapartida es que muchas veces no los ves o los ves desde muy lejos. Lo que a veces te obliga a tirar de zoom, algo de lo que nosotros no estábamos sobrados. Esto es lo máximo que podíamos acercarnos.
El área de reptiles al inicio del parque ya marca la pauta. Los terrarios son impresionantes. Tienen un gran número de serpientes venenosas.
A la entrada del parque, que es para todos los públicos, nos encontramos con esto…
Ambos son machos. Según el cuidador, y pese a las apariencias, están peleando. Enfin, que cada uno piense lo que quiera.
Como dije antes, el paisaje resulta espectacular, está todo lleno de picachos, algunos incluso cubiertos de hierba… o será pelo?
No todos los animales los veíamos de lejos. Eso sí, los carteles decían muy claro que si te quedabas sin mano por intentar tocar lo que no debes… es tu responsabilidad.
Con lo tranquilos que parecen… y la mala hostia que tienen
Nos coincidió un día muy caluroso, pasamos de los 30ºC, así que los animales solían buscar la sombra y eso hacía más dificil su observación.
En la instalación de los gorilas seguro que a Desmond Morris le gustaría estudiar a tanta gente haciendo monerías delante del cristal. No sé de qué lado disfrutaban más del espectáculo.
Con tantos visitantes, es necesario contratar un gran número de vigilantes, y como no hay mucha gente dispuesta a ello, en Cabárceno decidieron no hacer discriminación por especie.
Los osos disponían de un hábitat muy adecuado, visto el éxito reproductivo (habría unos 40 ó 50 ejemplares).
Está claro que llevan en la sangre lo del espectáculo. Pena de no llevar cámara de vídeo para grabar la actuación de este oso. Lo que hacen algunos por un par de chucheshsh (sí, esas de las que también van a subir el iva, como dice Mariano)
Ya por la tarde, ves que mucha gente está tan saturada de ver bichos, que pasan en el coche por las distintas áreas y miran sin bajarse del mismo. ¿Pero quién puede resistirse a estar tan cerca de un rinoceronte?
Parece que no solo trajeron grandes animales africanos, sino que vinieron acompañados por su corte artrópoda, porque yo nunca vi semejante tábano encima de las vacas. Las moscas que hay a su lado son moscones. Perdón por lo mal enfocada que está.
Ya al final del recorrido, encontramos estos lindos gatitos
Y por último, otra panorámica general. En ocasiones da la sensación de estar en un safari (exagerando un pelín)
Una visita que nosotros recomendamos a todo el mundo. Pensamos repetir con quien se apunte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe tu comentario