Esta noche nos acercamos unos amigos a Nemiña para celebrar… hummm, para celebrar… no sé, si no hace falta celebrar nada, solamente disfrutar de una cena en buena compañía.
De menú tuvimos unas nécoras, langostinos preparados en dos estilos, unos a la brasa en su punto y otros… ejem, otros “a la carbonisé” por acercarlos demasiado a la brasa. En la foto, las pobres víctimas antes del triste suceso.
De plato fuerte, unas lubinas de ración que, con la salsa que les preparó Álvaro, parecía que acababan de salir de la misma playa. Estaban exquisisisisistísimas. Un par de panettones fueron el remate perfecto.
El nordeste que sopló todo el sábado fue amainando, para quedar una noche bastante buena, lo suficiente para que apeteciese hacer alguna foto, con la luna dibujando un paisaje espectacular. El problema fue disparar en una tarima de madera, con 9 personas deambulando por los alrededores… no hay trípode que elimine las vibraciones.
En resumen, una noche cojonuda. Además, como hoy no había más de metro y medio, nos atrevimos a acercarnos a la playa ;-) En días como éstos, los únicos fantasmas que se pueden ver, son los que nosotros creamos.
10 puntos para el metro y medio!!!, te olvidaste de las necorillas, venga a planificar otra!!!
ResponderEliminarVaya pinta que tienen esos langostinos a la plancha...o a las brasas!!!!! Me apunto a la próxima, llevaré algo de mi tierra ;)
ResponderEliminarNo me olvidé de las nécoras, Jose, las nombré en el menú. Lo que no hice fue fotos porque tenía las manos ocupadas...
ResponderEliminarMike, no dudes que alguno de los días que estéis aquí organizamos una cena de éstas ;-)
ResponderEliminarjo, case sempre me acabo perdendo estas cenas! a ver se para á próxima ando pola terra :)
ResponderEliminarNos avisarémosche. Despois depende de por onde andes... :-)
ResponderEliminar