De niño era muy frecuente que la imaginación se desbordara de mi cabecita y aunque enseguida aparecía la cruda realidad para llevarme a la tierra de nuevo, por ahí siguen todavía. Y así espero que sigan, porque la vida, sin ilusiones, deja de ser vida. No?
Pero tú qué tines... la cabeza en alta tensión?... toma unos días libres. :)
ResponderEliminarUn saludo.