Cartagena

Como si seguía subiendo imágenes de la Semana Santa, posiblemente acabase en un banquillo acusado de instigar una nueva guerra púnica, esta vez entre Californios y Marrajos, hoy subo unas cuantas fotos de Cartagena. Amanece una hora antes que en Cee lo cual cambia un poco las costumbres; esto es lo que veíamos en Cabo de Palos al subir al persiana. El sol, la verdad, solo apareció el día de esta foto.
Este es el Ayuntamiento de Cartagena.

Siempre fue una ciudad de ambiente militar que se ha reconvertido a ciudad turística. Los muelles cercanos al centro, recuperados para el ocio, tienen paseos muy agradables. Esta estatua no la publico porque sea bonita, que  lo es, sino por lo que cobró el escultor por hacerla: 600.000 € ¿Realmente los vale?

Ese día comimos en un barco restaurante, con bonitas vistas al puerto.
La mayor parte del tiempo estuvo nublado y no hacía calor, pero en cualquier caso, el Mediterráneo no es como nuestras costas. Allí, aunque también hay temporales, por lo general el mar no tiene la misma fuerza.
Esta es la única playa natural que tiene Cartagena ciudad. Me apetecía darme un baño, pero el resto de la tropa no estaba por la labor, así que me quedé con las ganas.
La Manga del Mar Menor está urbanizada en su mayor parte, en un ejemplo de cómo no se debe urbanizar un lugar. Es una barra de arena que cierra una ensenada casi en su totalidad, dejando un mar interior. Como solo se puede entrar y salir de ella por uno de los extremos, es fácil imaginarse a cientos de miles de personas embotelladas en la única carretera de acceso.
De todas formas, todavía tiene muchos rincones tranquilos, con unas vistas espectaculares, de las que no hice ni una foto, porque ese día enseguida empezó a llover y tuvimos que salir corriendo. 
¿Pero a dónde va Brais con tanta prisa?
Una de las cosas que más me impresionó fue ver el primer submarino de la historia. Sí, ese que todos estudiamos de niños, el de Isaac Peral. 
Muchos árboles que hay en los parques son espectaculares. Me quedé con las ganas de fotografiar los que había en  un parque a los que le crecían unas ramas hacia el suelo que se convertían en raíces, espectaculares. Nuestro cicerone no sabía de qué árboles se trataba, aunque seguro que ahora ha de buscar su nombre, igual que el nombre de este otro árbol con unas raíces tan impresionantes ;)
La muralla de Carlos III da a un paseo al lado del puerto. La parte superior es un añadido en la restauración que por allí ha creado algo de polémica. Para gustos pintan colores pero, personalmente, la lumbrera que diseñó ese añadido podía dedicarse a otra cosa.
De la muralla cartaginesa apenas queda una pequeña muestra, y justo al lado de lo poco que queda, está la ruina de una capilla con unos feligreses muy especiales.
Encima de la capilla montaron una representación de distintas etapas de Cartagena a lo largo de la historia en versión Playmobil. Brais, que tiene también su buena colección, alucinó con el espectáculo.


Por último una imagen desde uno de los miradores de Cartagena, con el Teatro Romano en primer plano. La ciudad está rodeada por 7 colinas, así que hay unos cuantos sitios a los que subir a disfrutar de las vistas, como yo ahora disfrutaré de las vistas de una vaca con prolapso de matriz, que me acaban de llamar y salgo para allí. Chao.