Tranquilos, no voy a hablar de Marta Sánchez y su canción. Aunque no son más que dos paisanos con intención de ganarse unas pelas, ahí están en la Puerta de Brandenburgo ofreciendo sus servicios… a quien quiera retratarse con ellos. Sería un buen uso para los ejércitos si no fuera porque la naturaleza humana es como es.
No sé yo, pero como pareja no tienen mucho futuro si prefiere mirar a la cámara que para él cuando está arrodillado a sus pies.
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