domingo, 8 de febrero de 2015

3 6 5 TREINTA Y NUEVE

Hoy tocó madrugar por algo mucho mejor que el trabajo. Eso sí, el agua fría como nunca, lo cual hablando de Nemiña, es mucho decir. De hecho, en una de las olas casi choco con un iceberg, y no exagero nada, lo esquivé por los pelos (esos que abundan en  mi cabellera). 


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