Esta playa de origen volcánico daba la impresión de estar paseando por Marte, sensación que hubiese aumentado si llego a incluir en la composición unos cuantos anglosajones espatarrados un poco más a la derecha, intentando dar tono gamba a su piel traslúcida. Pero en mi blog las escenas bizarras no tienen cabida, así que decidí dejar solo el paisaje.
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