domingo, 9 de agosto de 2015

3 6 5 DOSCIENTOS VEINTIUNO

Cuando entro en un restaurante como este siempre pienso en la cantidad de historias que podrían contar sus paredes en los más de cien años dándole de comer cochinillo asado a quien por allí se acerca (y lo pide en el menú, claro).

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