Como ya dije en una entrada anterior, justo después de ver desfilar en Coruña a mi cuñado y su Cohors III Lucensium (tema que dará para otro post) nos fuimos hasta Oviedo por unos asuntos ajenos a las vacaciones y aprovechamos para pasear por el casco antiguo.
Hacía ya bastantes años que no iba a Oviedo y como principal cambio encontré que las casas ya no están cubierta de hollín. Según Conchi había una corriente de opinión en contra de que se limpiase ese tono negro de los edificios, recuerdo de una Guerra Civil que nunca debería repetirse. Supongo que hay otras formas más efectivas de recordarlo, así que me alegro de que hayan realizado un lavado de cara a la ciudad.
El centro de Oviedo tiene bastantes calles peatonales, con edificios del siglo XIX muy bien conservados y repleta de esculturas. Cerca de la Maternidad “duplicada” de Botero, se puede encontrar una escultura muy sugerente, “La Pensadora” de José Luis Fernández. Qué bello ver una mujer callada… incluso parece que se contagia ;-)
Comimos en una terraza de una de las calles que da a la catedral. El aspecto inicial del sitio era correcto, pero que te atienda un camarero con unos vaqueros rotos con los bajos arrastrando por el suelo y una camiseta heavy negra con misteriosos tonos claros por el medio resulta extraño hoy en día con la competencia que hay en hostelería, pero si además pone el dedo dentro de la fuente de fabada cuando te la sirve ya no es extraño, sino marrano. Al menos la fabada estaba buena (sustancia sí que tenía…).
La Santa Iglesia Basílica Catedral de San Salvador (como siempre, los asturianos tan rimbombantes) es como todas la catedrales, una maravilla. Básicamente de estilo gótico, tiene partes prerrománicas, románicas e incluso el remate de la torre es renacentista. Entrar en una catedral nunca me deja indiferente. Su luz, su olor, su sonido, todo invita a recogerse en uno mismo y rezar.
Los canteros de entonces eran artistas artesanos (¿vale así Conchi?) con una gran sensibilidad. El claustro, de estilo gótico, está bellamente decorado. Al hacer esta foto aún no sabía que en Lisboa me iba a encontrar uno de los monumentos que más me han impresionado en mi vida, pero eso queda para otra entrada.
No siempre lo que hacían buscaba la belleza, a veces se adelantaban al futuro diseñando personajes innovadores, incluso es posible que unos cuantos siglos después inspirasen a Matt Groening para dibujar a los Simpson.
Me gustó ver el Santo Sudario; creer o no en su veracidad pertenece a la fe que cada uno tenga ante los datos de los que se dispone, pero que la catedral de Oviedo guarde el paño que, dicen, cubrió el rostro de Jesucristo y recogió San Pedro junto a la Sábana Santa en la tumba vacía es, al menos, algo original, ya que clavos o trozos de madera de la cruz de Cristo hay tantos que la cruz del Valle de los Caídos debe ser una reproducción en miniatura de la original. Claro está, no permiten ni fotografiarlo ni casi verlo con los reflejos del cristal que lo protege, así que le saqué una foto al exterior de la Cámara Santa aunque fuese desde un ventanuco. Se observa que aun quedan zonas con hollín pendientes de futuras limpiezas.
Aquí tenemos al Príncipe Valiente. Bueeeno, vale, es Alfonso II el Casto, un rey asturiano con bastante relación con Galicia, ya que es durante su reinado cuando se descubre la tumba del Apóstol Santiago en Compostela. Lo de Casto le viene porque aunque se casó una tal Berta, nunca mantuvo relaciones íntimas con ella, lo cual unido a su pose y atuendo, creo que lo facultaría sobradamente para desfilar el 28 de junio
En esta pared se puede ver el efecto de una erosión muy particular, la causada por los disparos realizados en la Guerra Civil; al menos esa es la explicación de mi suegra, fuente muy fidedigna (más me vale reconocerla como tal).
En el Campo de San Francisco había una exposición de esas que tanto le gustan a los políticos. Pongo la mano en el fuego a que seguro que en su inauguración salió la frase “sacar el arte a la calle” o “aproximar el arte a los ciudadanos”. Recuerdo que en este parque, en mi primera visita a Oviedo (cuando fui seleccionado como jurado del Festival Internacional de Cine de Gijón), con 12 años, sufrí el ataque de un pavo real. Si el pobre aún viviese seguro que se acordaría de la patada que le di cuando se abalanzó sobre mí, atravesando el palco de música en el que Suso y yo lo fuimos acorralando para que comiese el pan que le ofrecíamos y que tan groseramente rechazaba.
Pasear por el casco antiguo de Oviedo, lleno de rincones agradables, edificios decimonónicos de gran porte, multitud de esculturas y zonas antiguas muy bien rehabilitadas, fue un placer que recomiendo a cualquiera. Eso sí, antes de sentarte en una terraza a comer, fíjate en sus camareros.
Me acabo de pasear por el casco antiguo de Oviedo gracias a tí, muy bueno el post.
ResponderEliminarLo del camarero...jajaja, a mí me pasó algo parecido.... día de verano caluroso, camarero sudando, gotas de sudor que resbalan por su cara y que caen sobre las chuletitas de cordero que estaba sirviendo, en fin que ese día no me comí las chuletitas, jajaja.
Un saludo.
Angeles.
Hola Angeles
ResponderEliminarPues nosotros la fabada nos la comimos igual... aunque reconozco que lo tuyo provoca más reparos, jajaja
Me alegro que te haya gustado el paseo por Oviedo, aunque doy una visión muy subjetiva de los sitios que visito, siempre servirá para hacerse una idea del lugar, supongo.
Un saludo.
Mi hermana estuvo viviendo en oviedo unos años , y la verdad es que la gente allí tiene una energia increible, a cualquier hora,es una ciudad bonita,donde la sidra da vidilla!
ResponderEliminarSoy Robs, no se si te acordarás en junio anduve por ahi por Nemiña con Dani y Ruben, oye me encanta la foto de la torre de Hércules con el cielo Marron , increible,
un saludo!Robsm espero que el movil no se te haya mojado aún en el agua jeje que me acuerdo que lo llevabas en una fundita
Hola Robs
ResponderEliminarSí que me acuerdo. El móvil sigue operativo, aunque le están empezando a aparecer unas grietas muy sospechosas a la funda, por lo que habrá que renovarla pronto. Tiene casi dos años, así que no está mal.
La foto que dices de la Torre de Hércules la hice por la tarde, pero la cortina de humo que provocaba el Mar Egeo ardiendo tapaba el sol en toda la zona.
Era impresionante.
paciencia la de conchi! anda que tú....
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