Festa da Istoria

Tiene lugar en Ribadavia el último sábado de agosto desde hace ya muuuuucho más tiempo que la mayoría de las fiestas de recreación histórica, pues se comenzó a celebrar allá por 1693; no, no trasloqué los números, la fiesta data de mil seiscientos noventa y tres, celebrándose hasta mediados del siglo XIX y recuperada en 1989.

A pesar de estar a 4,5 km de Beade, nunca me coincidió estar allí a finales de agosto y este año, dado que no pude hacer ningún viaje por una lesión en la espalda que no me permite estar de pie ni sentado mucho tiempo, me acerqué hasta allí con la familia desde Beade para ver el ambiente y el desfile principal.  

En la fiesta lo mejor es que hay muchísima gente con ropa de época, había más personas con atuendos de la época que mirones, por lo que la ambientación está muy lograda. Lástima que no hiciese lo mismo el ayuntamiento con las señales, carteles, toldos, etc..

 

Como en todas esta fiestas, no pueden faltar los grupos que se dedican “profesionalmente” a figurar en estos desfiles. Que nadie aproveche la foto para enviarla al  programa acientífico de Iker Jiménez. La esfera que aparece delante del personaje con cuernos no es un OVNI, ni un espíritu que no se quería perder la fiesta, es una sencilla pompa de jabón.

Los medios no son tantos como en Lugo, como es lógico, pero mantienen un nivel muy alto.

Ribadavia fue durante unos años capital del Reino de Galicia, cuando D. García I de Galicia se instaló aquí tras recibir estas tierras como herencia de su padre, Fernando I de Castilla y León. La verdad duró poco, de 1065 a 1071, pero durante ese tiempo nadie le puede quitar a Ribadavia su condición de capital del reino, ¿no?. Otros con menos defienden la independencia del territorio que les apetece mangonear. 

En el siglo XI se asentó una comunidad judía en la villa que fue creciendo hasta alcanzar la mitad de la población de Ribadavia allá por el siglo XIV, por lo que se supone que cuando los Reyes Católicos decretaron al expulsión de los judíos en 1492, el impacto en Ribadavia tuvo que ser brutal. El barrio judío se conserva bastante bien, y da gusto pasear por sus callejuelas (aunque para eso es mejor elegir otro día,claro).

 

Por eso parte de las celebraciones recrean actividades de todas las culturas que allí convivían, incluso la moneda oficial ese sábado es el maravedí; este año el cambio, con esto de la prima de riesgo por las nubes, estaba en 18 maravedíes por 20 euros, lo que sirve para financiar la fiesta. Los cambios se realizaban en las alhóndigas, repartidas por Ribadavia.

Aquí vemos salir al novio hacia el matadeXXXX perdón, hacia la Oliveira, donde se iba a celebrar una boda judía.

Otra cosa que no falta es encontrarse con los que las confunden con los carnavales, como estos Bufones, a los que me encontré después con silbatos y litronas, bailando a ritmo de samba.

 

Como ya era la hora de comer, antes de marchar paramos a tomar un “aperitivo”.

Como siempre, comiendo “como un pajarito”. ¿O más bien un quebrantahuesos? (Foto publicada con el consentimiento expreso de la modelo) :-)

Así que si tenéis la oportunidad de acercaros, no la dejéis pasar, porque vale la pena venir a la Festa da Istoria y a Ribadavia.