miércoles, 3 de agosto de 2011

Museo Nacional dos Coches

Este es uno de los museos que en principio no llaman mucho la atención y, cuando sales de allí lo haces contento de haberlo visitado. Y uno de los motivos, como en muchos de los museos portugueses, es que te permiten hacer fotos, siempre que no utilices el flash. Está en la antigua escuela de equitación de Belém que ya de por sí es un edificio que vale la pena y contiene carruajes que la realeza europea utilizó entre los siglos XVI y XIX. Museo Coches 2

Algunos son muy sencillos, pero otros, ejemplo perfecto del barroco, compiten a ver cual es más recargado. No tallaban la banda de rodadura porque sería incómodo circular sobre ella.Rueda

Además de los carruajes, también hay vitrinas con accesorios, como estos estribos.Estribos

Sigue impresionándome estar delante de objetos cuando éstos formaron parte de un punto de inflexión en la historia, sea la cruz clavaron en la arena de la playa en su primer desembarco en América, sea el submarino de Isaac Peral, sea el coche que utilizó por última vez Carlos I de Portugal, literalmente, porque todavía se pueden ver los impactos de bala en la puerta del carruaje. En el atentado también moriría su heredero Luis Felipe. Coche asesinato

Como el empedrado del suelo sigue siendo el mismo en muchas zonas históricas (y no tan históricas) de Portugal, es fácil imaginarse que fue aquí donde descubrieron el poder de las máquinas vibratorias para fortalecer la musculatura, esas que están ahora tan de moda. Porque por mucho sistema de amortiguación que tuviesen los carruajes (que lo tenían), estos bloques desgracian las articulaciones de cualquiera.Adoquines

Y con tanto meneo, seguro que hubo ocasiones en que los monarcas se vieron acuciados por necesidades mayores. Por eso algunos carruajes iban preparados, como éste de la imagen, utilizado por Felipe II (de España, que en Portugal fue Felipe I) en una visita a Portugal, y que es el más antiguo de la exposición. Lo que no pude ver es si tenían sistema de tratamiento de aguas residuales, o había algún garçon del pis, encargado de su limpieza manual.Felipe II

1 comentario:

  1. Me encanta. Me parece una pasada de museo. A mi me pasa como a tí. Me encanta estar delante de cualquier objeto que rezume historia por sus cuatro costados. me imagino como debio ser su caminar en los tiempos en que vivió o se utilizó y siempre me queda la misma sensación después...¿por qué no existirán las máquinas del tiempo???
    Preciosas fotos de interior.

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