Sigue sorprendiéndome como cambia el medio en tan poco tiempo. Hace dos días publiqué unas fotos de un tranquilo atardecer, y ya nos alcanzó el primer temporal de este otoño.
Como tuve que ir a ver una vaca a Nemiña, aproveché para acercarme a la playa a ver cómo estaban las olas.
El mar estaba espectacular, pero al ser mar de fondo del NO, donde entra el mar con toda su fuerza es en la playa del Rostro. Se puede ver al fondo, justo a la altura del cabo da Nave desde esta perspectiva, las crestas de las olas que van hacia allí.
Así que me voy a ver la vaca con la intención de ir por la tarde al Rostro. No me puedo quejar, estos rayos de sol fueron los únicos que vi en todo el día y me sirvieron para hacer unas cuantas fotos.
Por la tarde, pude poner a prueba la cámara, pues por momentos llovía fuerte. Espero que sea cierto que el cuerpo de magnesio es más resistente a la intemperie.
No hace falta el letrero para darse cuenta de lo que advierte.
Con tanta potencia el mar levanta la arena del fondo, originando una mezcla de colores bestial.
¿Quién entra hoy aquí?
Olas para un lado, olas para el otro, contraolas, qué bello es el desorden.
Una panorámica general.
Estas son las crestas que se veían tan lejos desde Nemiña. Quedaría bien grabarlas en vídeo con la Cabalgata de las Walkirias como música de fondo.
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