Santander

Aparcamos justo enfrente de la sede central del Banco Santander. Un edificio impresionante, casi tanto como la pasta que tiene Botín. Desde allí fuimos a visitar la…

Donde, al llegar, aparece un chico con acento italiano que nos avisa que en 45 minutos habrá una visita guiada gratuita, por lo que decidimos esperar.

  Mientras esperamos, decidimos hacer unas cuantas fotos.

Cuando se acaban las vistas generales empezamos a buscar algún detalle

Conchi cazada en flagrante delito. Como ya dije en otra entrada, esto de los derechos de imagen y de autor llega a extremos que me hacen pensar en escribir algo sobre ello.

Y mientras unos hacemos fotos, otro sigue enganchado en su maquinita (hay que reconocer que fue el único día que anduvo con ella)

La visita nos permitió enterarnos de algunas cosas pero también darnos cuenta que el guía contó unas cuantas milongas que todos nos tragamos sin rechistar. Al acabar, como aún era temprano, al pasar por el Sardinero Brais se decidió a intentar pillar alguna ola. Casi no había, pero para practicar él, llegó.

Después fuimos al Faro de Cabo Mayor. Santander tiene, igual que San Sebastián un aire con Coruña, cada una con sus características propias, pero con ciertas semejanzas. El Faro no es una de ellas ;-)

Mientras estábamos en el faro, pasaron unos parapentes con motor. ¡Qué gozada verlos evolucionar en el aire!

Allí también tuvimos problemas con los derechos de imagen. El mismo faro es un museo y, como es lógico, a la entrada hay un letrero que prohíbe hacer fotos. En las salas de exposiciones llevé la cámara apagada, pero en el hall de entrada, había una cristalera en la que me apetecía hacer un retrato de Conchi, y cuando encendí la cámara llegó la vigilante de seguridad a advertirme que no se podían hacer fotos. Le dije que no iba a hacer fotos de la exposición, sino solamente de la entrada, y me replicó que no podía permitirlo porque había cámaras de seguridad y si “los de arriba” me veían haciendo allí una foto, le echarían a ella la bronca. Al final, lo que hice fue dar cinco pasos hacia atrás y hice alguna foto desde fuera. Si los ojos de la vigilante echaran rayos, yo ya no estaría escribiendo esto. Lo que se ve al fondo es la cristalera en cuestión.

¿Donde está Wally? Por si alguien no entiende qué puede pasar cuando sale la noticia de  “Un pescador desaparecido. Salió por la tarde a pescar y al llegar la noche y no volver a casa, su familia dio parte a la Guardia Civil”, no tiene más que ver esta foto.

En los alrededores del faro hay rincones muy fotogénicos. Las piedras parecían tener incrustaciones de oro.

 

Y al caer el sol, como las gallinas, nos volvimos para Suances.