domingo, 1 de noviembre de 2009

Uno de noviembre

Hoy, día de Todos los Santos, quiero recordar a mi padre. Se fue hace ya 10 años por un jodido cáncer que parecía ya superado, pero su recuerdo es lo que permite que siga viviendo en nosotros.

Gracias por todo los sacrificios que realizaste, junto con mi madre, para que mi hermana y yo pudiésemos estudiar.

Gracias por darme la libertad absoluta de decidir lo que quería hacer con mi vida.

Gracias por ser tan comprensivo cuando, con la inexperiencia de la juventud, me metía donde no debía.

Gracias por inculcarme unos valores que, básicamente, sigo considerando como aquellos que deben guiar mi comportamiento en la vida.

Ojalá llegue un tiempo en que nos encontremos de nuevo; eso sí, espero que ese tiempo se demore algo más, al fin y al cabo, si la vida tiene algún sentido, nos queda la eternidad ;-)

Mi-padre

4 comentarios:

  1. A ver torrijo, hoy es día de todos los Santos, y el recuerdo me parece aún más adecuado, porque bueno, educado, considerado, todo un caballero, todo un señor, y adjetivos similares siguen siendo utilizados para referirse a él.
    Papá te echamos de menos más de lo descriptible, pero ya ves que nos las vamos arreglando. De todas formas, no dejes de echarnos un vistazo desde ahí arriba... como siempre

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  2. Vale, ya rectifico. Es que nunca tuve claro cdo es Difuntos y cdo Todos los Santos, si el uno y el dos o el dos y el uno, enfin,... que soy así.

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  3. Yo también me acuerdo muchas veces de tu padre, por ejemplo cuando nos cavaba las tumbas para los perros de Beade, en un suelo duro como la piedra y en agosto!
    Saludos

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  4. Como bien dices, su recuerdo se mantiene. Quizás te sorprenda, pero a veces también me acuerdo de él, sobre todo cuando me enseñó en qué trabajaba un día en el Hotel Finisterre.

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