Para una vez que las ventanillas del avión estaban muy limpias, había que hacer fotos. Dudé si borrar o no el nombre de la compañía aérea, porque casualmente desde hace un tiempo solo a ella le pasan todas las cosas del mundo, o, al menos, eso dice la prensa.
Mientras se ocupaban de recordarnos lo que pasaba en vuelos de Ryanair, se olvidaron de comentar cómo es posible que una compañía de nombre patrio, con unas tarifas abusivas, esté a punto de quebrar después de estafar ganar sus directivos miles de millones, vamos, lo habitual.
En Ryanair no te tratan con exquisita amabilidad, te exigen sus condiciones a rajatabla, y como no cumplas algo estás jodido, pero hace asequible llegar a muchos sitios, como, por ejemplo, a Alemania por 75 € ida y vuelta. Que cada uno elija.
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