Administradores Concursales

Ayer estuve escuchando la rueda de prensa de Lendoiro, hablando de los administradores concursales. Tengo muy claro que él es uno de los artífices de que el Dépor haya logrado los títulos que logró, pero también que con su forma de dirigirlo se ha ganado un montón de enemigos que están aprovechando el momento actual para intentar machacarlo, importándole una mierda lo que le pase al club.

Para ser administrador concursal de una empresa en concurso de acreedores, esa trampa legal llena de inmoralidad (como la ley de hipotecas, aunque ésta ahora ya no solo es inmoral sino ilegal, la especulación de los bancos con las emisiones de deuda de los países, las preferentes, etc., etc.)  basta con cumplir unos requisitos tan tan duros como por ejemplo ser licenciado en económicas, abogado, titulado mercantil o auditor de cuentas con una larguiiiiisima experiencia laboral de 5 años, y apuntarse en una lista a la que acude el juez para elegir a dedo a quien quiere adjudicar el concurso.

Que ahora haya empresas que se dedican a gestionar concursos y que además patrocinen cursos o congresos relacionados con la judicatura es pura casualidad. Se debe suponer que los jueces actúan con imparcialidad al realizar la elección, y que estos mismos jueces elijan a la empresa que patrocina un curso o congreso en Barcelona, Valencia o Canarias, y que les da la oportunidad de disfrutar de una buenas comilonas, fiestorras y putas, que es en lo que se convierten muchos congresos para algunos congresistas, no tiene nada que ver, qué va.

Así que yo me fío todavía menos de lo que exponen los administradores concursales de cual es la situación del Dépor que de la situación que lleva mostrando Lendoiro en sus asambleas anuales, y eso ya es muy poco fiarse. Si además observo el trato tan discriminatorio respecto a los demás clubs que están o estuvieron en concurso, tanto desde la administración concursal como desde la AEAT, llego a la conclusión de que esos individuos no son trigo limpio, y como una imagen vale más que mil palabras, ésta es mi idea de los administradores concursales del Deportivo.