Ehhh, Mariano y colegas: que no os enteráis!!!

 

Estimados políticos:

Hasta ahora utilizasteis un sistema muy eficaz (quizás la única muestra que habéis logrado de eficacia) para continuar vuestro juego de poder: entre incondicionales sin capacidad de juicio crítico e inmorales que mantenían su boca callada comiendo de subvenciones, empleos a dedo, ayudas públicas y demás sobornos encubiertos, siempre encontrasteis en quién apoyaros. Pero se acabó el pastel, ya no tenéis nada qué ofrecer y ¿ahora qué?

Ahora llegan los recortes, nos decís compungidos, y hasta cierto punto, lo que decís tiene su lógica, si no hay recursos, hay que gastar menos. El problema es que, no sé si porque seguís en la puta inopia o simplemente no os queréis enterar, y aunque hay quien protesta por los recortes para, vividor o ingenuo, reclamar el regreso a una situación de despilfarro que era insostenible, o quien de un plumazo ya olvidó ocho años en manos de un zascandil y solo ve esta situación como una oportunidad para “darle caña al PP” (allá ellos y su interesada, torpe y deformada visión de la realidad), otros muchos pensamos que lo más indignante de los recortes es la total falta de voluntad por vuestra parte para hacer dos cosas:

La primera: tenéis que cambiar de bando.

Porque debéis decidir si seguís siendo amigos de Botín, Francisco González o Ángel Ron y otorgándole privilegios a ellos y al resto de la banca española, si seguís tapando a los políticos de profesión de todos los colores que entraron a saco en las cajas de ahorro, si seguís depositando el futuro de un país soberano en las decisiones interesadas de unas empresas privadas llamadas agencias de calificación, si seguís haciendo oídos sordos a la voz de la calle pero escucháis y obedecéis sin reparos las órdenes que llegan de entidades europeas gobernadas desde despachos de banqueros y especuladores, que son los principales causantes de la situación. Y si ellos son los causantes, a los bienes de esa oligarquía tiene que acudir el Estado para recuperar el déficit, y fíjate, ya no haría falta tanto recorte ni tanto impuesto.

Debéis decidir si los culpables de, según vosotros, falsear las cuentas del Estado, pueden seguir tan panchos mirando nubes o pagando con dinero público acomodo en otras organizaciones. El zascandil pusilánime que negó durante dos años una crisis que ya lo era, retrasó acciones porque podían perjudicarle a él y no al país, designó a un zorro para que vigilara el gallinero bancario y regaló dinero en una burda compra de votos, debe pagar por ello, él y toda su cohorte de parásitos inútiles.

Debéis decidir de una vez por todas si todavía sois amigos de Urdangarines, Guerreros, Correas o Dorribos, si seguís tapando y acudiendo a fiestuquis con colegas vuestros de todos los partidos que utilizaron autonomías, diputaciones, grandes o pequeños ayuntamientos, fundaciones públicas o empresas estatales como si fueran su cortijo particular.

Debéis decidir pronto, porque el tiempo se agota. Y si escuchaseis un poco, oiríais el clamor pidiendo que esa gente pague por sus tropelías. ¿Que eso es cosa de la justicia? Desde luego, pero ahora mismo, también es cosa vuestra, pues tenéis muchos y variados recursos para que esa gentuza empiece a pagar por lo que ha hecho.

La segunda: tenéis que cambiar la forma de hacer las cosas.

Se creó un sistema que quizás valía en su momento pero que está totalmente corrompido, en el que sobran órganos del estado, instituciones, empresas públicas, muchos, muchos, muchos cargos políticos y muchos de los privilegios que estos cargos ostentan, un sistema que debe ser revisado y si no lo hacéis vosotros, los profesionales, los que “en teoría” deberíais estar preparados, si no lo hacéis, repito, de una forma inteligente y lo menos traumática posible, lo va a hacer la calle y, entonces, después de vuestros sesgados recortes, la calle sacará las recortadas, porque mientras hay algo que perder se actúa conservadoramente, pero cuando ya no hay nada que proteger, lo que hasta ahora no es mi caso pero empiezo a verlo en personas de mi alrededor, te cargas a quien pasa por delante.  Hay quien de forma ilusa, espera que el pueblo se haga oír sin violencia al acabar agosto, (que éste es un país aspirante a laico pero en el que las vacaciones siguen siendo sagradas), pero la historia nos enseña que sus acciones siempre han sido utilizadas por otros para los que la violencia es su principal opción y esta vez no creo que vaya a ser distinto y, a ver si os enteráis, coño, los primeros a quien van a mirar, ya están mirando, es a vosotros.

Los especuladores, banqueros y demás componentes del entramado financiero que ejerce el verdadero poder se salvarán, que el mundo es muy grande, y ahí la calle no puede llegar, nunca pudo llegar, pero vosotros, los políticos, vosotros no, vosotros os vais a ver seria y literalmente recortados.

Hay que reconocer que tanto tú, Mariano, como tus colegas de todos los partidos, habéis conseguido algo único, algo que ni siquiera la selección de fútbol fue capaz de conseguir (todavía hay gente discutiendo sobre el falso nueve): poner a todos los españoles de acuerdo en que así no se hacen las cosas.

Y si os empeñáis en continuar por el mismo camino, tengo muy claro que sobre todo lo que sobra en este país sobráis vosotros, políticos autistas y endogámicos, acostumbrados a vivir del cuento, así no hacéis falta. Lo que necesitamos son personas consecuentes, honradas, inteligentes, preparadas y comprometidas que sepan llevarnos a todos fuera de este barranco al que estamos cayendo. ¿Hay alguna en este país?.

Atentamente (por ahora), os saluda:

Antonio Amboade